La muerte en Huaca Malena

Cuando alguien moría se generaba un profundo pesar. La gente iniciaba una serie de preparativos para velar a su difunto y preparar el entierro. La persona era colocada en posición fetal y era vestida con su ropa de uso cotidiano.

Tejidos y ofrendas de maíz en pares eran colocados dentro del paquete funerario. Las mujeres de la familia elaboraban el sudario o paño para envolver el cadáver, era de color crema. Otras elaboraban miniaturas de la ropa a su usanza, si era mujer ponían pequeños vestidos, ovillos de algodón o instrumentos de tejido para que en el otro mundo siga realizando sus tejidos. Si era hombre uncus en miniatura, instrumentos para alfareros, instrumentos de pesca o de agricultura. Si eran jefes eran adornados con fina vestimenta y a veces hacían sacrificios humanos para que lo acompañen en la otra vida.

Finalmente vestían el fardo funerario con un uncu si se trataba de un hombre y con un vestido si era mujer. Luego era llevado a la huaca Malena con mucho respeto entre llantos, música y cantos.

Allí, cavaban un hoyo circular para depositar a su difunto; dejaban maíz, un mate con comida y lo cubrían delicadamente con una laja de piedra, encima colocaban unos adobes con un palito como señal de tumba.

Envolver al difunto era un delicado proceso, las prendas y objetos eran colocadas cuidadosamente. Los personajes de mayor importancia poseían un mayor número de prendas u objetos suntuarios como plumas u objetos de metal, a ellos por lo general se les colocaba un paño cosido con la representación de un rostro a manera de falsa cabeza.

Lamentablemente, en años recientes algunas personas que trafican y comercian con las obras de arte del pasado saquearon la mayor parte de las tumbas de Huaca Malena, para llevarse los finos tejidos que vestían los difuntos y venderlos a coleccionistas del Perú y del extranjero; dejando casi sin historia a la comunidad de Asia. Por ello el museo cumple la función de proteger y exponer la historia de la Huaca Malena.