Utilizando algodón o fibra de camélido, los antiguos asíanos hicieron sus tejidos: para vestirse, adornarse, intercambiar o para envolver a sus muertos. Esta era una labor principalmente femenina, la mayoría de tumbas femeninas contienen conos de algodón, husos y piruros así como otros elementos vinculados al tejido, además de canastas tejedoras donde guardaban todos los instrumentos..
Si bien hay varios métodos para tejer, ellas generalmente usaban un telar armado que colgaban a una rama y lo sujetaban a su cintura mediante una faja de lana. Mediante sencillas varas, iban cruzando los hilos de trama urdimbre, esto les permitía crear telas con un ancho máximo de 70 centímetros que corresponde al ancho de su cuerpo y movilidad de sus brazos. Así, iban cruzando los hilos de colores uno a uno, por muchos días, hasta lograr la prenda deseada.
En las fajas usadas para tejer, representaban a dos aves opuestas de pico largo.
Conocían muchas formas de hacer sus telas, cruzando los hilos de diversa manera, eran unos verdaderos artistas; hacían uncus o túnicas, vestidos, mantas, paños, bolsas, fajas, cintas, bandas y muchas otras más. Lo hacían para su uso cotidiano, para intercambiarlo por otros productos o para vestir a sus difuntos.
En los tejidos hay vivos colores: rojo, amarillo, rosado, marrón, beige, celeste, verde, lila, negro y morado, todos en lana de alpaca teñida; el algodón era de color crema al pardo, a veces era teñido. Los tintes para teñir la lana, eran obtenidos de algunas plantas seleccionadas de las lomas, de la sierra e inclusive de las altas punas. También usaron hermosas plumas de guacamayos, loros, garzas y flamencos para adornar la cabeza o para algunas vestimentas de uso ceremonial.
Calle La Mar N°315. Capilla de Asía, Distrito de Asia, Provincia de Cañete, Región Lima Provincias.
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